Calendario Azteca

Calendario azteca- La piedra del sol. Símbolo del tiempo que pasa y de la verdad de la vida. Conexión con lo divino - Renacimiento y transformación - Predicciones y adivinación - Guía para la meditación

El Calendario Azteca, también conocido como el Calendario Mexica o Piedra del Sol, es una de las obras más destacadas de la cultura mesoamericana y un símbolo icónico de la civilización azteca. Representa el combate perpetuo  escondido en el funcionamiento interno de las dimensiones del mundo. Es un gran altar a la gloria de la vida con signos astrológicos y direcciones del espacio. El original mide 3,59 metros de diámetro y pesa unas 25 toneladas y esta ricamente trabajado. Descubierto en el s. XVIII, aunque sin duda es una replica de otro original, perdido y mucho mas antiguo. El conocimiento del calendario permite organizar el tiempo de forma efectiva, gracias a las acciones adecuadas en el momento adecuado.

El calendario permitía a los altos sacerdotes prever tiempos de órbitas de planetas, eclipses y otros fenómenos astrológicos útiles para gobernar a la gente. El calendario marca un ciclo de 52 años. Funciona mediante ocho círculos concéntricos. En el central esta el Sol, que representa la vitalidad inmóvil, con la lengua en forma de cuchillo de obsidiana dando a entender su autosacrificio y cuyo centro capta todas las energías. En el segundo aparecen las fechas del fin de las cuatro eras precedentes y marca el eje horizontal. En el tercero están representados los veinte días del mes. En el cuarto los 260 días del calendario. El quinto representa la órbita de Marte (780 días, 260 x 3), el sexto la de Júpiter y el séptimo la de Saturno. 28 pequeños signos del ciclo lunar que también son las vértebras de las serpientes del siguiente circulo en el octavo y ultimo, la Vía Láctea, fin de su espacio visible y en expansión hasta conseguir el todo absoluto, representada por dos serpientes partidas en trece segmentos, que nacen en la fecha del año nuevo y marcan el eje vertical del calendario.

Origen e Historia:

El Calendario Azteca fue creado por los antiguos pueblos mesoamericanos, en particular por los aztecas, en el siglo XIV o XV. Es una pieza de piedra tallada que mide aproximadamente 3.6 metros de diámetro y pesa alrededor de 25 toneladas. La piedra fue tallada durante el reinado del emperador Moctezuma II.

Sistema de Tiempo: El Calendario Azteca era utilizado por los aztecas para medir el tiempo, tanto en términos de días, meses y años, como en ciclos cósmicos más largos.

Eventos Astronómicos: Además de ser un sistema de tiempo, el calendario también estaba vinculado a eventos astronómicos importantes, como los solsticios y equinoccios.

Rituales y Ceremonias: El calendario también jugaba un papel importante en la organización de rituales y ceremonias religiosas, ya que muchos de los festivales aztecas estaban basados en ciclos calendáricos.

Propiedades Espirituales o Esotéricas:

Conexión con lo Divino: Para algunos, el Calendario Azteca es considerado más que un simple sistema de medición del tiempo; es visto como una representación simbólica de la cosmovisión azteca y una herramienta para conectarse con lo divino y los ciclos cósmicos.

Ciclos de Renacimiento y Transformación: Se ha interpretado que las distintas secciones y símbolos del Calendario Azteca representan ciclos de muerte y renacimiento, así como procesos de transformación espiritual y personal.

Predicciones y Adivinación: Algunas interpretaciones esotéricas del Calendario Azteca sugieren que puede ser utilizado para hacer predicciones o para la adivinación, especialmente en relación con los aspectos astrológicos y la influencia de los planetas y las estrellas en la vida humana.

Guia para la Meditación y la Reflexión: Muchas personas utilizan los símbolos y las estructuras del Calendario Azteca como un guión para la meditación y la reflexión espiritual, buscando comprender los significados más profundos detrás de sus complejas imágenes y patrones.

El Calendario Azteca es una obra maestra de la cultura mesoamericana que ha capturado la imaginación de personas de todo el mundo. Más allá de su función práctica como sistema de tiempo, ha sido objeto de interpretaciones espirituales y esotéricas que reflejan la rica cosmología y la profunda espiritualidad de los pueblos mesoamericanos. Algunos aspectos clave que caracterizan esta cosmología y espiritualidad son:

Politeísmo:Los pueblos mesoamericanos adoraban a múltiples dioses y diosas que representaban diferentes aspectos del universo y la naturaleza. Cada dios tenía su propia esfera de nfluencia, como el sol, la luna, la fertilidad, la guerra, la agricultura, entre otros.

Dualidad y Ciclos Cósmicos:La cosmología mesoamericana estaba marcada por una profunda comprensión de la dualidad y los ciclos cósmicos. Los conceptos de vida y muerte, luz y oscuridad, orden y caos, estaban entrelazados en sus mitos y rituales.

Relación con la Naturaleza: Los pueblos mesoamericanos tenían una conexión íntima con la naturaleza y la tierra. Consideraban que los fenómenos naturales, como los eclipses, los solsticios y los equinoccios, tenían profundos significados espirituales y marcaban eventos importantes en sus calendarios y rituales.

Sacrificio y Renacimiento:El sacrificio humano era una práctica ritual importante en muchas culturas mesoamericanas, incluidos los aztecas. Creían que ofrecer sangre humana a los dioses aseguraba la renovación del universo y la continuidad de la vida.

Los Calendarios Mesoamericanos:Los calendarios mesoamericanos eran extremadamente precisos y complejos, reflejando la profunda comprensión que tenían de los ciclos astronómicos. Estos calendarios se utilizaban para regular la vida cotidiana, los rituales religiosos y las actividades agrícolas.

Mitología y Leyendas:Los mitos y leyendas mesoamericanas contaban historias sobre la creación del mundo, los dioses, los héroes y los orígenes de la humanidad. Estas narrativas transmitían enseñanzas morales, explicaban el funcionamiento del universo y justificaban prácticas rituales y sociales.

Espiritualidad Cotidiana:La espiritualidad permeaba todos los aspectos de la vida cotidiana en las sociedades mesoamericanas. Desde la agricultura hasta la guerra, desde el nacimiento hasta la muerte, la presencia de lo divino se sentía en cada acto cotidiano. 

Podemos decir que la cosmología y espiritualidad de los pueblos mesoamericanos eran intrincadas y profundamente arraigadas en su forma de vida y pensamiento. Estas creencias y prácticas formaban la base de su comprensión del mundo y su lugar en él, y continúan siendo objeto de estudio y fascinación en la actualidad.